Capacitamos adecuadamente a los encargados y al personal que será responsable en caso de incidentes: aquí es donde predeterminamos las pautas para manejar los episodios que pueden significar un riesgo para la seguridad.

Hacemos seguimiento de los eventos de seguridad para detectar, alertar e informar sobre posibles incidentes. También configuramos alertas de sistemas de detección de intrusiones, prevención de intrusiones y monitorizamos la integridad de archivos.

Recopilamos datos de las herramientas y de los sistemas de la organización para catalogar y analizar en profundidad los indicadores de compromiso (IOC), mitigando así los daños y sus efectos.

Identificamos las conductas previamente catalogadas como maliciosas, para recuperar los sistemas afectados después de haber sufrido un ataque o estar expuesto a una vulnerabilidad. Esta etapa es la más crítica porque su efectividad depende de los IOC recopilados en análisis y de la precisión de la misma.

Documentamos y analizamos el incidente ocurrido para actualizar, cambiar o mejorar los procedimientos, con el fin de evitar que se presenten situaciones similares en el futuro. Seguimos las actividades posteriores al evento detectado, porque los actores de los ataques suelen aparecer de nuevo.